
Apenas tuve tiempo para despedirme. Te has ido y lo poco que compartimos ha sido una experiencia que deja sin aliento. Que retuerce en un escalofrío y emociona. Habías traspasado mi alma, y tu ausencia duele. Pero en esa oscuridad que ahora inunda todo, has llamado de nuevo a la estrella de Oriente, para guiarnos…